Caracas se ha convertido en estos últimos años en escenario para festejar la aparición de nuevos libros, de productos, para inaugurar exposiciones, presentar colecciones de arte, de moda o proyectos que se convierten en realidades.

En nuestra ronda de esta temporada damos fe de ello. Así tenemos un cumpleaños, que se vivió en dos capítulos, me refiero al primer lustro de Menta & Romero, restaurante ubicado en Altamira Village. Un equipo interesante ha hecho posible que este comedor, con una de las mejores vistas del Ávila, se vaya consolidando. Es uno de los pocos donde encontramos a una mujer frente a la cocina. Ella es la chef Marta Campís, quien, junto a Víctor Moreno, como chef ejecutivo, han puesto un esfuerzo por llevar a la mesa una cocina sencilla bien confeccionada, por ello decidieron crear un nuevo menú para festejar estos cinco año que se inauguró con un almuerzo en el que se reveló su intención de mostrar platos con esencia criolla y fusionar la cocina pública y privada.

Ese mediodía fue el debut oficial del café Río Claro. Lo hizo con un cold brew como aperitivo y luego una infusión seleccionada por cada comensal.

Pero la fiesta no concluyó ese día. Posteriormente, se convocó a una velada musical donde se disfrutaron de dos menús que mostraron un recorrido por la geografía gastronómica nacional. En el evento estuvieron presente Soledad Bravo, Ensamble Contemporáneo de Caracas, Héctor Medina y Miguel Delgado Estévez.

El Proyecto Historia de la Arepa presentó Una arepa para el futuro, cuarta publicación de Saberes con arraigo. El encuentro se realizó en el Instituto Superior Mariano Moreno, donde se reunieron periodistas y personalidades de la gastronomía en Venezuela. Para este lanzamiento se organizó una tertulia que contó con la participación de Giuliana Chiappe, directora de la revista Bienmesabe; la antropóloga Ocarina Castillo D’Imperio; la diseñadora e ilustradora del libro Ira León y el director académico del Instituto Superior Mariano Moreno, chef Luis Müller.

La conversación fue una verdadera reflexión sobre los tópicos vinculados con el rol de las escuelas de cocina en la difusión de la despensa alimenticia de Venezuela, la arepa como alimento presente en todas las mesas nacionales y la importancia de la lectura y la investigación en las nuevas generaciones de cocineros.

Una arepa para el futuro es una compilación de Ximena Montilla, con prólogo de Ivanova Decán Gambús. Incluye textos de Sumito Estévez, Ocarina Castillo, Helena Ibarra, Miro Popic, Juan Alonso Molina, María Antonieta Pérez, Federico Tischler, Chucho Rojas, Ileana Matos, Marianella Abadí Abilahoud, Andrés Fernando Rodríguez, Merlín Gessen, María Elena Morros, Nideska Suárez, Ligia Velásquez y Laureano Márquez.

Esta obra también rinde tributo a personalidades determinantes en la gastronomía venezolana como José Rafael Lovera, Armando Scannone, Helena Ibarra y Luis Caballero Mejías.

Otra celebración fue en Iskia, tienda con historia que ha sabido conservar su encanto, reinventándose en cada oportunidad. Al lado de marcas tan prestigiosas como Christofle y Ginori también se presenta la moda venezolana a través de diseñadores de toda Venezuela. Desde hace dos años Angélica Rivera, residenciada en Valencia, se ha dedicado a confeccionar pijamas, pero no para dormir sino para recibir en casa, asistir a encuentros informales o salir a cenar con amigos.

El manejo del color y las técnicas de estampado que utiliza son las características resaltantes de estas piezas. Angélica ha realizado alianzas con artistas plásticos venezolanos y en estos dos años ha ampliado su clientela, ya que no solo diseña para mujeres, sino que también ha incluido caballeros y además de los pijamas confecciona vestidos tipo caftanes y conjuntos.

Para celebrar este nuevo aniversario Angélica reunió a sus amigas en Iskia Las Mercedes, en Caracas, donde mostró las novedades que tiene ya en existencia. La nueva propuesta está llena de color y de un sentido de venezolanidad.

Los libros no sólo nos regalan viajes estupendos, también nos invitan a celebrar y a compartir con el autor. La presentación de algunos se convierte en termómetro para medir el afecto que amigos y lectores sienten hacia sus escritores, eso fue que sucedió en El Buscón, el plató por excelencia para el lanzamiento de nuevos títulos.

La anfitriona volvió a ser Katyna Henríquez, quien capitanea ese barco de la lectura que es la Librería El Buscón, donde se hizo la presentación de la primera novela de Carolina Jaimes Branger, titula “Aquello que no se dice”. La trama se sitúa en una Venezuela llena de prejuicios, marcada por una dictadura y que emerge poco a poco hacia la modernidad. Habla de una clase social acomodada que es cercana al poder, pero que entre las paredes de sus casonas se suceden historias gobernadas por los prejuicios. La presentación del libro estuvo a cargo de Rodolfo Izaguirre, quien supo sembrar entre los asistentes la necesidad de leer la novela y levantó al público de sus asientos al terminar su intervención.

Pero en estos tiempos también se han entregado reconocimientos a quienes han tenido la resiliencia como principal instrumento para desarrollarse y entre esos galardones, uno lleva el nombre de Armando Reverón, considerado entre los creadores venezolanos más relevantes y cuyo trabajo en el campo de la pintura es referencia imprescindible. El Premio Internacional Armando Reverón es otorgado por la Asociación de Arte Valija Iberoamericana, dedicada a la promoción del arte iberoamericano en Europa. Sus creadores son Humberto Cazorla, Vicente Rosa y Marcos Salazar Ruiz, quienes se han destacado por su labor en las artes plásticas y promoción cultural.

En esta, su primera edición los ganadores fueron: Madrid Luxury Art, de España, Mención gerencia cultural; Judith Gaset Flinch, Andorra, Mención Artes Plásticas; Andrés David Ascanio Abreu, Venezuela, Mención Música; Jaime de Vicente Núñez, España, Mención Personaje Iberoamericano; y María Teresa Boulton, Venezuela, Mención Acervo Cultural. La entrega de los premios tuvo lugar en el auditorio principal de la Fundación Caja Rural del Sur, Huelva. También se abrió la exposición en la sede del Colegio de Arquitectos de Huelva.

Y aunque no fue para celebrar una exposición, si se agasajó a uno de los artistas venezolanos más relevantes del momento, siendo el primer latinoamericano que expone de forma permanente en el Museo del Louvre. Se trata de Elías Crespín con la obra cinética L’onde du midi. De esta manera se suma a otros grandes artistas contemporáneos cuyos trabajos habitan en el antiguo palacio de los reyes de Francia.

En esta ocasión Elías y su esposa Mena fueron agasajados por su amiga Carlotica Rodríguez, quien invitó en su residencia a un grupo que además de la amistad comparten su amor por todas las expresiones del arte.

Elías Crespín fue el centro de las atenciones y además de conversar con él pudimos percibir la sencillez con la que asume ser uno de los nombres que cohabitan en el Louvre. El señala que su madre, Bárbara Gunz, y su abuela, la reconocida y recordada Gego Goldschmidt, le enseñaron a tener los pies sobre la tierra.

La celebración sirvió para compartir una cena y disfrutar de la música de tres artistas, el bajo barítono Álvaro Carrillo, quien estuvo acompañado de David Peña «Zancudo» esta vez en la guitarra; y el maestro Cheo Hurtado quien además de tocar el cuatro también cantó. Hablaron de sus viajes por Europa ya que estaban celebrando un nuevo aniversario del Ensamble Gurrufío.

Pudimos conocer el nuevo libro de Charles Brewer Carías, titulado Plantas de los tepúyeses, un nuevo tesoro bibliográfico sobre nuestra flora selvática.

ESCRIBE y FOTOGRAFÍA: Alberto Veloz – @alberto.veloz

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