Para cubrir en su totalidad o a medias la entrada de luz, aislar el frío, preservar la privacidad y embellecer el hogar, las cortinas son una pieza clave. Aunque este elemento decorativo es indispensable en muchas viviendas, la  ONU asegura que la industria textil es la segunda más contaminante del mundo. Es por ello, que las cortinas ecológicas vienen a representar no solo una pieza elegante y cálida en el hogar, sino una opción amigable con el ambiente. 

Los procesos de fabricación de estas piezas son menos dañinos para el ecosistema, generan una cantidad menor de residuos y no requieren de numerosos recursos para su confección. En la elaboración de cada cortina ecológica se consume menos cantidad de agua que en el proceso de fabricación de las telas, ya que se usan materiales reciclables, energía eficiente para la maquinaria y se descarta el uso de tintes tóxicos para teñir el textil.

Las cortinas ecológicas pueden fabricarse con los siguientes procesos:

  1. Tejidos 100% reciclados: Se fabrican a partir de PET 100% reciclable. Este se obtiene de reusar botellas plásticas que se convierten en filamentos de poliéster.
  1. Cortinas de algodón 100% reciclado: Con la utilización de este elemento el proceso de elaboración es mucho más limpio y el tejido no es nocivo para ambiente. Este tipo de trenzados se puede emplear para cortinas modernas blackout.
  1. Cortinas con sello de calidad OEKO-TEX: Tienen el aval de no contaminantes y por tanto no contienen sustancias nocivas para la salud de las personas o el medio ambiente.
ESCRIBE Lisbeth Padilla

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