Gracias a la experiencia hemos desarrollado mejores técnicas y procedimientos para optimizar el resultado estético y disminuir complicaciones en pacientes que solicitan un aumento mamario con levantamiento
Escribe Dr. Eleazar Tirado
Fotografía Cortesía – Archivo
Toda mujer está en la constante búsqueda de la belleza y tener un busto perfecto es uno de sus más grandes anhelos. Los senos representan una parte muy importante de su cuerpo, asociada a la femineidad y la sensualidad. Si bien no existe un tamaño ideal, y los cánones varían de una persona a otra y de un país a otro, lo ideal es sentirse a gusto con ellos.
El desarrollo de los senos concluye a los dieciocho años de edad, sin embargo, su tamaño y forma cambiará a lo largo de la vida de la mujer. Es inevitable que el paso del tiempo, los embarazos y la fuerza de la gravedad hagan que las mamas tiendan a caerse y pierdan su forma.
Frecuentemente las pacientes que acuden a la consulta médica buscando un aumento mamario presentan flacidez o caída, lo que se conoce como ptosis, y son candidatas ideales para un levantamiento o pexia, adicional a la colocación de un implante. Este procedimiento se conoce como mastopexia. Esta cirugía se puede realizar en mujeres jóvenes, pero es más recomendada en aquellas que ya tengan hijos. Es importante destacar que caso es único, por lo que un cirujano plástico acreditado es el especialista indicado para brindarle asesoría.
El término mastopexia viene de las palabras griegas masto: mama, y pēxis (gr.): fijación. Tiene como propósito levantar y fijar el seno caído mediante técnicas quirúrgicas que varían de una paciente a otra de acuerdo al grado de flacidez. La intervención consiste en elevar el pecho caído, remodelar la mama y situar el complejo areola-pezón en una posición más alta, para ello es necesario extirpar el exceso de piel y adaptarlo al volumen que se desea.
Existen múltiples técnicas para realizar la mastopexia. La elección depende de las características de la mama y de la preferencia del cirujano teniendo en cuenta que cuando el pecho está prácticamente vacío es necesario asociar la colocación de una prótesis que añada volumen; si existe cierta cantidad de volumen se extirpa solamente el exceso de piel y se remodela la mama. Cuando el volumen mamario es excesivo será necesaria la extirpación de tejido mamario graso-glandular (mamoplastia de reducción).
En nuestra unidad colocamos los implantes mamarios por la vía axilar con la técnica del embudo de Keller® (Keller Funnel), aún si la paciente requiere un levantamiento. Aunque esto parezca un contrasentido, hacerlo de este modo evita abordar el músculo pectoral desde adelante y en contigüidad con la pexia que se le realiza a los tejidos de la mama, favoreciendo la recuperación.
Generalmente este procedimiento tiene una duración de 2 a 3 horas, puede hacerse de forma ambulatoria, pero en ocasiones será necesario el internamiento por un día. La operación se realiza en quirófano con antisepsia y bajo anestesia general.
Tras la intervención la paciente debe llevar un vendaje de uno a dos días y vestir un sujetador, día y noche, durante un mes. Actualmente se usan suturas absorbibles y los puntos no requieren ser retirados. Durante la recuperación deben evitarse los movimientos bruscos, no levantar peso ni elevar los brazos por encima de los hombros. Si el trabajo no implica gran actividad física puede retomarlo 7 o 10 días después. El ejercicio físico intenso podrá reanudarse pasado mes y medio. Aunque la mejoría será progresiva, el aspecto ideal se verá después de un año cuando las cicatrices sean menos visibles.
Dr. Eleazar Tirado
Cirujano plástico – cirujano oncólogo
Unidad Metropolitana de Mastología C.A.
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