Cuidar el planeta y al mismo tiempo ser creativos y productivos es uno de los retos de nuestro tiempo. Las industrias responsables procuran que su huella negativa en el ambiente sea lo menos profunda y países como Francia, líder en el mundo fashion acaba de aprobar en la Cámara Baja del Parlamento un proyecto de ley que persigue imponer sanciones a los productos de moda ultrarrápida o «fast fashion», con el fin de ayudar a compensar el impacto medioambiental.
Poner en práctica esta idea ya ha levantado polémica en diversos sectores de la sociedad. Considero que su aprobación necesitará de muchas conversaciones y negociaciones.
Pero hay empresas y diseñadores que ya están tomando medidas para alcanzar la calificación de sostenibles. Entre esas se encuentran los fabricantes de jeans que para ahorrar agua han adoptado otros métodos. Ejemplo de ello es la empresa española Jeanología que sustituyó métodos de lavado y rotura de pantalones con técnicas de láser y gas ozono.
Otras casas han reducido el número de piezas que componen cada colección y han integrado materiales del pasado a sus nuevas propuestas para no desperdiciar tejidos ni aumentar el volumen de desechos. Entre estas casas figura Palomo Spain, cuyo prestigio aumenta, presenta producciones pequeñas. Su director artístico Alejandro Gómez Palomo considera que también es sostenibilidad hacer partícipes de la elaboración de ropa a gente local y pagarle sueldos dignos y propiciar una vida donde se respeten su derechos.
La reconocida Stella McCartney lleva años no utilizando materiales que estén involucrados con el maltrato animal, sus tejidos sintéticos son reciclados, la viscosa que usa proviene de madera certificada. Su propuesta para el otoño-invierno 2025 refleja líneas limpias, siluetas fluidas y transmite la necesidad de proteger nuestro planeta.



La industria textil, básica en la moda, también se ha dedicado a investigar para producir tejidos ecológicos y biodegradables.
Un estudio reciente dio a conocer las marcas más sostenibles, entre ellas aparece Patagonia, que diseña prendas duraderas, reduciendo el reemplazo constante; Stella McCartney, pionera en la moda de lujo sostenible; Sumissura señala que trabaja a la medida, procura el cero stock para impedir que las prendas terminen en vertederos contaminantes y utiliza materiales nobles; Eileen Fisher, marca norteamericana que defiende las fibras orgánicas, incorpora prácticas sostenibles y recicla para crear.
La marca de calzado Allbirds diseña zapatos deportivos a partir de materiales sostenibles como lana de oveja merino y fibras de eucalipto. En ese mismo renglón se encuentra Veja, que utiliza materiales de comercio justo y minimiza el desperdicio en la producción.
En la lista de marcas de lujo comprometidas en el ambiente, encontramos en los primeros puestos a Nike, Louis Vuitton, Chanel, Gucci y Adidas.
Por ejemplo Vuitton, todo un emporio del lujo, trabaja con cuero curtido de manera más ecológica, utiliza energía renovable en sus operaciones, apoya proyectos de reforestación y promueve la economía circular al reparar y reutilizar productos.
Los seguidores de la moda también tienen posibilidad de colaborar con una industria más sostenible y se hacen sentir en el momento de la compra.