Un poco de historia

El Fomento de las Artes Decorativas, institución que promueve la cultura del diseño, ubicada en Disseny Hub, Barcelona, creó, en 1958, los Premios FAD de Arquitectura e Interiorismo, impulsados por el arquitecto Oriol Bohigas. Desde entonces, han ido galardonando año tras año las mejores obras de la arquitectura barcelonesa, catalana e ibérica. Son los premios más antiguos de Europa y uno de los más prestigiosos.

Se crearon con la idea de recuperar los concursos de edificios y establecimientos que había convocado el Ayuntamiento de Barcelona en 1899, en una primera época que coincide con el auge del modernismo y con la configuración definitiva de la ciudad después de la demolición de las murallas, y en una segunda época, entre 1913 coincidiendo con la eclosión del novecentismo.

Características de la Casa 1736

Atrio central, que es una interpretación moderna de los patios interiores tradicionales. Se concibió como el corazón de la casa, priorizando la ventilación, la luz natural y la amplitud.

Diseño inspirado en la arquitectura clásica mediterránea.

Uso de un único material, el hormigón «pobre», que permitió fusionar «lo habitable con lo escultural».

Reconecta con la tradición mediante un espacio central esencial.

Modernos edificios, parques y calles sin alboroto, son algunas señales que identifican a Sarriá, una  importante localidad situada en el distrito del mismo nombre, en la ciudad de Barcelona, en España.

En este elitesco lugar está ubicado, en 631 metros cuadrados, el proyecto Casa 1736, del despacho de Sabadell Harquitectes, que se ha llevado el galardón principal de los Premios FAD de arquitectura e interiorismo 2024.

Como un desafío a las convenciones de la arquitectura doméstica unifamiliar tradicional, que mantiene la armonía perfecta entre la luz natural, el aire y el espacio, califica el jurado el trabajo arquitectónico desarrollado por David Lorente Ibáñez, Josep Ricart Ulldemolins, Xavier Ros Majó y Roger Tudó Galí, socios fundadores del estudio de arquitectura Harquitectes.

Para los expertos, el centro de la Casa 1736, es el punto más luminoso. Con una tipología arquitectónica tradicional, los especialistas colocaron un gran patio interior, no solo para iluminar, sino para interconectar todos los espacios de la estructura.

El atrio central es el lugar más alto y luminoso. Funciona como sala de estar que une las diferentes zonas de la estructura. Apoyado en cuatro columnas, es uno de los atractivos de la casa.

De acuerdo a la valoración del jurado: su techo cubierto por un vidrio transparente, permite que la luz penetre desde arriba y aumente la luminosidad de la vivienda.

El material utilizado para la construcción residencial fue el hormigón “pobre”, hecho con poco cemento y una selección de arenas y gravas que, aplicada con una técnica de compactación similar a la de la tapia, representa una solución monolítica muy robusta y con mucha inercia térmica.

ESCRIBE: Lisbeth Padilla
FOTOGRAFÍA: Adrià Goula. Barcelona. www.adriagoula.com

Deja una respuesta