Blanche Chalet
Escribe: César Augusto Brandt
Fotografías : Adrien Williams
El grupo ACDF Architecture es el artífice de una estructura que se fusiona con el paisaje generando vistas panorámicas de 360 grados.
El «Blanche» Chalet, ubicado en la zona de La Malbaie en Québec, Canadá, es una construcción arquitectónica simple y pura, de líneas rectas, colocada en pleno campo verde de forma de complementar el paisaje de Charlevoix de una manera moderna.
El proyecto fue desarrollado en 2016 por ACDF Architecture, grupo que le colocó el nombre a la obra evocando el espíritu de las casas tradicionales de la región.
La construcción tiene un área de 427.5 m2 muy bien distribuidos para el placer. En la planta baja prevalece el concreto desnudo que asemeja a los cimientos de piedra de los antiguos graneros de madera que una vez fueron parte del paisaje. Y es que no podía ser diferente y los arquitectos lo sabían; Esta zona fue reconocida en 1988 como Reserva de la Biosfera por el programa el hombre y la Biosfera de la UNESCO.
Siguiendo esta idea en pro de la naturaleza los dos niveles superiores están revestidos de una madera de colores blancos, a manera de recuerdo del enlucido de cal que se aplicó a los hogares ancestrales de la región. Los acabados de madera lisa o texturizada crean una sintonía con la fachada, dando ligereza y alegría a la casa.
El chalet «Blanche» cuenta con cuatro habitaciones situadas en el centro de la estructura con la idea de dejar los espacios colectivos con las mejores vistas panorámicas en el nivel superior.
La cocina y el comedor se caracterizan por grandes vistas en 360 grados, que permite ver la lejanía y provoca la sensación que en cualquier momento caerá otro asteroide, como aquel que impactó hace aproximadamente 342 millones de años en ese distrito, conocido con el nombre de astroblema de Charlevoix.
Todos los espacios comunes tienen esa vista extrema, sobre todo los ubicados en un voladizo flotante, el cual permite una experiencia directa con las preciosas puestas de sol de Cap A L’Aigle y los reflejos brillantes de la desembocadura del río San Lorenzo en la comodidad de la casa.
El uso de materiales naturales, como piedra, madera y acero en formas puras y únicas, proveídas por Alumilex, Juste Du Pin, Ramacieri Soligo y Demonfort, une el edificio con el contexto e invita a la contemplación.