El envejecimiento es un período evolutivo del ser humano que tiene varias dimensiones; una de ellas se refiere a los importantes cuidados y la buena atención necesarios para un disfrute pleno de la última etapa de la vida
Escribe Alexandra Romero
Fotografía Getty Images
La tercera edad viene acompañada de importantes cambios. En la mujer se da cuando supera los sesenta años, y en el hombre los sesenta y cinco. George Clooney en una entrevista para la BBC expresó que todas las personas deben llegar a un acuerdo con el envejecimiento en lugar de pelear contra él. “Tienes un par de opciones que son envejecer o morir y también tienes que acostumbrarte a la idea de que tus papeles en filmes y quién eres y cómo eres percibido va a cambiar”, manifestó el actor. El dramaturgo irlandés Oscar Wild afirmó que “envejecer no es tan grave; lo terrible es seguir sintiéndose joven”, en alusión al hecho de aceptar que en algún momento se necesitará ayuda para realizar las actividades del día a día.
Este periodo de la vida tiene varias dimensiones. Es un fenómeno biológico porque afecta la salud física y mental, tiene una parte sociológica y económica, y es también un fenómeno psicológico, ya que se producen cambios en el funcionamiento cognitivo y en la parte emocional.
Envejecimiento activo
La forma cómo envejecemos no está predeterminada; si bien existen variables genéticas que pueden darnos una señal, también existen otras que juegan a favor o en contra, por lo que la responsabilidad de cada persona es fundamental para llegar a esta etapa de la mejor manera. Hoy día se habla del Envejecimiento activo; concepto establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1990, que se presenta como un modelo integrador que busca optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad a fin de mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
Entre las políticas de acción propuestas para potenciar el envejecimiento activo tenemos: Reducir los factores de riesgo ligados a enfermedades mediante hábitos saludables y el ejercicio; promover los factores de protección del funcionamiento cognitivo (memoria); un afrontamiento positivo de la realidad, y la participación psicosocial.
Importancia de la actividad física
Estadísticas arrojadas por el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO) señalan que el porcentaje más alto de adultos mayores que sufren de enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión, depresión y osteoporosis son personas totalmente sedentarias. Con una actividad bien dirigida el adulto mayor puede reducir el impacto del tiempo y aumentar la expectativa de vida en dos o tres años conservándose más sano, activo y menos dependiente de su entorno. La OMS recomienda para la vejez actividades recreativas y ocupacionales, paseos caminados o en bicicleta, deportes o ejercicios programados como el yoga, que favorecen el aparato locomotor y mantiene flexibles la espina dorsal y las articulaciones.
Alimentación
La alimentación y nutrición son muy importantes en esta etapa de la vida. Nestlé Health Science realizó una investigación en España con motivo del Día Nacional de la Nutrición, y esta arrojó que si bien es cierto que la desnutrición afecta a personas de todas las edades, en las mayores se asocia a un riesgo hasta tres veces mayor; esto se presenta como consecuencia de la dificultad para hacer la comida o comprarla, y la soledad, agregando que cerca del 35 por ciento de la población anciana que vive en casa está en riesgo nutricional y que solo un siete por cierto se encuentra bien alimentada.
El adulto mayor debe consumir las calorías necesarias para de esta forma mantener el peso ideal, a través de una dieta equilibrada que incluya los tres grupos alimenticios (proteínas, carbohidratos y grasas) contenidos en frutas, verduras, lácteos descremados, carnes rojas y blancas. También es importante la ingesta de líquidos; sucede que con el envejecimiento hay cambios en el balance hidroelectrolítico y el agua presente en nuestro organismo tiende a disminuir.
Asistencia profesional
Estudios recientes, como el llevado a cabo por la Oficina para la Salud de la Mujer, con sede en Washington (USA), indican que no es el matrimonio, ni la paternidad, ni la jubilación, sino el cuidado de los padres el mayor problema en el área de la vida familiar; esto constituye una gran fuente de estrés y depresión pues resulta complicado encontrar la adecuada asistencia profesional.
Muchas veces el adulto mayor no es trasladado a la casa de un hijo, sino a los domicilios de todos de forma rotativa, convirtiéndose en “abuelo maleta” o “abuelo golondrina”. Cada familia puede tomar esta iniciativa por distintos motivos, pero la situación más frecuente responde a la intención de equiparar las cargas del cuidado. Esto dificulta la adaptación tanto del anciano como de sus familiares, ocasionando estrés por el continuo cambio, lo que en ocasiones, agrava los cuadros de demencia de los envejecientes.
La atención del adulto mayor debe ser la mejor; esta labor no puede confiársele a cualquier persona. Ya sea que los familiares decidan recluirlo en una casa de reposo o llevarlo a vivir con ellos, el personal a cargo del cuidado debe estar capacitado para brindar calidad y calidez, para que el anciano no se sienta abrumado sino más bien cuente con alguien para compartir sus inquietudes y disipar sus dudas.
Consejos para adecuar los espacios que frecuenta el adulto mayor
- Instale en una pared de la ducha una barra horizontal a la altura del ombligo.
- Coloque antideslizantes individuales en el piso de la ducha.
- El adulto mayor no debe usar jabón en barra ya que este se puede caer de sus manos y obligarlo a agacharse.
- Coloque en su lugar un dispensador de pared que contenga jabón líquido.
- Debajo de la alfombra de tela que se ubica al salir de la ducha, coloque una alfombra antideslizante.
- En la sala y el comedor coloque con cinta doble faz varios pedazos de goma en las patas de mesas y sillas para evitar resbalones.
- Coloque cinta doble faz pegada de extremo a extremo en las alfombras para evitar que estas se muevan.
Cómo estimularlos
Ante los achaques que comienza a tener el adulto mayor, es necesario estimularle a mantener su calidad de vida. Acá ofrecemos algunas recomendaciones:
- Intégrelo: fortalezca los lazos familiares y de amistad; hágale participar en actividades comunitarias, clubes deportivos, grupos de danza o talleres de artesanías.
- Ayúdele a mantener su independencia física: evite las caídas; mantenga una buena iluminación y aumente la luz en áreas de riesgos como escaleras, baño, cocina y dormitorio.
- Estimúlelo y apóyelo para realizar su aseo corporal, favorecerá su integración social y mantendrá la piel sana: debe haber un baño diario y secado riguroso especialmente entre los pliegues para evitar infecciones; usar cremas hidratantes en todo el cuerpo, y protegerse del sol con el uso de bloqueador.