Escribe César Augusto Brandt
Fotografía Paolo Di Pietro
El rostro serio pero emocionado de César Augusto denotaba el entendimiento que tenía de aquel gran día en el cual por fin recibiría el cuerpo de Cristo. Luego de la ceremonia en el colegio Claret, el abrazo de sus padres fue conmovedor, al igual que las múltiples sorpresas que le esperaban en la recepción, realizada bajo la sombra de la Gran Ceiba en Lagunita Country Club. Fue una tarde repleta de emociones entre sus padres, hermanos, familiares y amigos. El verde natural hizo de la velada inolvidable.