Sidney (Australia) se destaca por ser una ciudad moderna, visualmente hermosa, muy verde y llena de actividades, sin hablar de su estilo de vida incomparable. En este lugar se construyó una casa muy particular que reultó ganadora del premio WAF al Interior Mundial del Año 2023. Ubicada en19 Waterloo Street, la edificacion gira principalmente en torno a la sostenibilidad a través de la reutilización de materiales.

Como explica Adam Haddow, director de SJB, casa de diseño ejecutora, “Es un mosaico de materiales recuperados y ladrillos rotos”. La idea surgio de su tesis universitaria, en la cual exploraba cómo se ha utilizado el cine para crear una ilusión de mayor espacio. Sus puntos de referencia incluyen las películas de Jacques Tati «Mon Oncle» y «Playtime», que satirizaron la obsesión por la uniformidad reglamentada en la arquitectura modernista.

La ubicación de la vivienda está enterrada entre el caos de almacenes y terrazas que alguna vez sirvieron al comercio de trapos de Sidney. El edificio original fue en el pasado una carnicería y tienda de comestibles, taller de vidriería, sombrerería y, finalmente, estudio de diseño, cada uno con sus habitaciones anexas en la parte superior.

“Nuestra intención era entregar una casa de uso mixto, dividiendo el sitio para entregar más. Nuestra ambición: una tienda, un piso independiente y una casa. Tres usos de uno. La nueva incorporación en la parte trasera del sitio tiene solo 30 metros cuadrados y una superficie interna total de 69 metros cuadrados”, recalca Adam.

La escalera es el centro alrededor del cual se mueve la casa. La vivienda se divide en espacios que se encuentran servidos o en servicio. Con una profundidad máxima de 3,3 metros, la luz y la ventilación están a tu alcance, conectándote siempre con la energía del día y al mismo tiempo otorgando a la casa una fuerte sensación de urbanidad: estás viviendo en la ciudad.

Y esta idea de urbanidad esta también en la fachada de la casa, la cual es divertida y texturizada, reflejando los motivos y la materialidad del suburbio que la rodea.

Este tipo de transformaciones que cuentan una historia y que contienen cultura son una caja de sorpresas que vas descubriendo paso a paso. El lugar está lleno de personalidad.

“Los ladrillos recuperados forman el lienzo, los rotos desechados reflejan la base histórica de arenisca de las calles circundantes y se cortan y doblan para ocultar aberturas y proteger las vistas, mientras que los ladrillos superiores cambian de escala para enmarcar ventanas y apoyar la plantación”, asegura Haddow.

Finalmente la puerta de entrada es una escultura de bronce fundido de Mika Utzon-Popov, y desde la calle se puede ver una pintura de paisaje envolvente de Nicholas Harding en la sala de estar.